martes, 7 de diciembre de 2010

John George Haigh

John George Haigh (24 de Julio de 1909 - 10 de Agosto de 1949, Inglaterra), "el asesino del baño de ácido", fue un asesino en serie que Holmes y DeBurger clasificarían como "orientado hacia la comodidad", ya que no solo mataba por placer, sino que también extraía importantes ganancias materiales de ello.

Y es que Haigh no tenía ningún pudor a la hora de engañar, estafar y hacer lo necesario para obtener beneficios, como demostró ya en su primera condena por fraude. En prisión tuvo tiempo para planear lo que consideraba el asesinato perfecto, consistente en disolver el cadáver en ácido.

Y así lo hizo con todas sus víctimas: engañando a familiares, falsificando cartas... hacía creer a los demás que las personas a las que Haigh golpeaba o disparaba, antes de rajarlas, beber su sangre e introducir sus retorcidos cadáveres en un cubo de ácido sulfúrico, se hallaban vivas en alguna parte. Y mientras, su asesino daba buena cuenta de su dinero.

Fue el descubrimiento de sus estafas y robos el que llevó a la policía a atrapar a Haigh. Se le conocen seis víctimas demostradas: un amigo al que robó la casa y el dinero, los dos padres de este amigo, una pareja que conoció a través de un anuncio para vender una casa, y una anciana viuda a la que también gustó de saquear.

Haigh confesó haber matado a tres personas más (un total de nueve), aunque estas no se pudieron comprobar.

También contó que, en realidad, había asesinado para beber la sangre de sus víctimas, y así lo explicó detalladamente en su confesión, describiendo también un sueño recurrente suyo en el que se veía obligado a beber sangre de unos crucifijos, que se transformaban en árboles agonizantes y sangrantes. Sin embargo, teniendo en cuenta los beneficios que obtuvo de sus crimenes, varios doctores consideraron que no se trataba de un loco, como intentó hacer ver su abogado. Fue ahorcado en 1949.


Pizza John George Haigh

Ácido. Como hicimos en la pizza de H. H. Holmes, para representar este elemento vamos a usar ese típico ingrediente de la pizza parte dulce, parte ácido que es la piña, no antes de poner salsa de tomate sobre la base.

Además, los cadáveres pasados por ácido sulfúrico se convertían en una sustancia pastosa que, por su textura, quizá podría pasar por queso de cabra fresco, otro ingrediente muy bueno y que con la piña combina muy bien.

Por encima echamos pimentón dulce, que parece la sangre que John George Haigh consumía ávidamente.

Y, por encima de todo, echamos una cantidad pequeña de queso rallado para pasta (hoy pasamos de la mozzarella), sin pasarnos, que ya tenemos queso de cabra. Este queso rallado queda crujiente al hornearlo, y, al morderlo, sonará como los huesos que se rompen cuando se aplasta y dobla un cadáver para introducirlo por completo en un barril de ácido.


Ingredientes:
-Salsa de tomate
-Piña
-Queso de cabra fresco
-Pimentón dulce
-Queso rallado

¡Buen provecho!

3 comentarios:

  1. ¿Fue entonces el primero que usó lo de disolver en ácido?

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  2. No, el primero no fue, H.H. Holmes ya tenía pozos de ácido en su hotel mortal con el mismo propósito (y ahora no lo sé seguro, pero seguramente él tampoco fue el primero).

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  3. ¿en serio se bebia la sangre de sus victimas?
    ¿como un vampiro?

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