sábado, 4 de diciembre de 2010

François l'Olonnais

Jean David Nau (¿1635? - 1668), más conocido como François l'Olonnais (o "El Olonés" entre los españoles), fue un capitán pirata francés, cuya especial brutalidad y sadismo le dio fama entre sus enemigos y entre sus propios hombres.

Habiendo llegado al Caribe como sirviente, al ser liberado de sus deberes descubrió que se encontraba a gusto entre piratas y aventureros. Un día que auguraba sangrientos presagios, el gobernador francés de Tortuga le proporcionó al Olonés el mando una nave con la que echarse a la mar a hacer fortuna.

Los pueblos españoles de Centroamérica, y los barcos de la misma nacionalidad que viajaban por los mares de sus costas, eran, en aquella época, el objetivo de todo pirata que se preciara, y no lo fueron menos para el Olonés, que pronto se ganó la reputación de cruel e inmisericorde. Los enemigos de tan temible pirata bien podían preferir morir antes que caer vivos en sus manos, ya que Jean David Nau gustaba de torturar a sus prisioneros cortándoles rodajas de carne, quemándolos o sacándoles los ojos.

François l'Olonnais demostró también sus cualidades de superviviente cuando, tras sufrir un naufragio en la costa de Yucatán, su tripulación fue aniquilada casi por completo por unos españoles, que no tardarían en celebrar la falsa muerte del capitán. Camuflado primero entre los cadáveres, y luego como un español más, el Olonés logró huir y rehacer su flota, que creció hasta componerse de ocho naves.

François l'Olonnais y sus violentos mercenarios continuaron arrasando con las colonias y naves españolas, matando, saqueando y violando por doquier. Se dice que obtuvieron grandes riquezas, que los piratas dilapidaban con premura en tabernas y prostíbulos.

Cerca ya de su muerte, el Olonés protagonizó una grotesca escena cuyo recuerdo nos ha llegado hasta hoy, perfecto símbolo de la extrema violencia de la que hacía gala. Interrogando a dos españoles capturados, tras sufrir una emboscada, parcialmente fallida, por parte de estos, rajó el pecho de uno de los prisioneros con su cuchillo, le extrajo el corazón con la mano y se lo comió frente al otro.

Los españoles de la época nunca pudieron dar caza al pirata que a tantos de los suyos había masacrado y torturado. Y, sin embargo, murió violentamente, pero no por su mano.

Poco después del incidente del corazón, François l'Olonnais fue capturado por la tribu indígena panameña Kuna, que practicaba el canibalismo. Gracias a uno de sus hombres, que salió con vida de aquella situación, sabemos que los indígenas despedazaron, cocinaron y se comieron al Olonés.


Pizza François l'Olonnais o Pizza Olonesa

¿Qué tal os han sentado estos últimos párrafos? Os han abierto el apetito, ¿verdad? Ya sé yo que sí, pillines. Pero ya sabéis que en Asesinos y Pizzas no se aprueba, en principio, el consumo de carne humana. Así que, para compatibilizar nuestra pizza de hoy con la historia de tan infame pirata, la vamos a hacer marinera. No podía ser de otra forma.

Una vez untada con salsa de tomate, cubrimos la base de la pizza con bonito. Mirad bien cómo queda. Será como observar la versión inocente y culinaria de los cadáveres descuartizados de cientos de españoles del siglo XVII, yaciendo sobre un charco de su propia sangre.

Abrimos también una lata de mejillones, y sacamos unos cuantos para poner en la pizza. Recordad mientras lo hacéis el pecho abierto de aquel pobre español, y a nuestro asesino de hoy sacando su corazón para comérselo.

Y ahora añadimos un clásico de las pizzas, que aún no había hecho acto de presencia en este blog: anchoas. Tan saladas como el agua de mar, y de un sabor tan fuerte como las vaginas de las prostitutas que esperaban en la costa a los piratas del Caribe, ¡arrr! Estos no son como Johnny Depp, ¿eh?

¡Ah! Y claro, al final, como casi siempre, añadimos una buena cantidad de rica mozzarella.

Ingredientes
-Salsa de tomate
-Bonito
-Mejillones
-Anchoas
-Mozzarella rallada

¡Buen provecho!

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